jueves, 12 de abril de 2007

El experimento de Tepindro

Tepindro
Hace tiempo, se me ocurrió la idea de realizar un experimento. Yo, el gran Tepindro, escogí a uno de vuestros semejantes y le otorgué el poder de no envejecer, de burlar a la muerte. Durante varios de vuestros siglos ha vivido ya, siendo testigo del trasncurrir de vuestras eras y la evolución de vuestra sociedad.

Puede parecer que ese humano tenga un gran poder y sea muy afortunado (en comparación con el resto de vosotros), pero tiene una gran limitación. Vuestros cerebros no son capaces de almacenar un gran número de recuerdos, ya que están diseñados para funcionar durante un período limitado de tiempo. Por lo tanto, a medida que pasan los años, los recuerdos más antiguos del sujeto desaparecen ya que no le caben tantos en su humana cabeza, y él se siente como si parte de su vida nunca hubiera existido. Es un poco como todos vosotros, que no recordáis vuestros primeros años de vida, así que imaginad lo mal que lo debe pasar él, que no tiene pruebas de haber existido durante cientos de sus años.

¿Vale la pena sufrir esa maldición a cambio de la juventud eterna? Quizás penséis que sí, y en ese caso no os equivocaríais.

Con el paso del tiempo, el sujeto empezó a sentir la necesidad de dedicarse más y más a la escritura, para probar que estaba vivo aunque sus recuerdos se perdieran, y para impregnarse del ambiente de cada era. Ha utilizado muchos seudónimos a lo largo de los siglos.

Su actual seudónimo lo conoceréis en el siguiente post de mi sagrado blog de Tepindro.

1 comentario:

- J.D.Sánchez - dijo...

No es mala la estrategia de escribir sus recuerdos como ya se hiciera en Cien Años de soledad para burlar a esa desmemoria a la que estaban condenados. Pero también te digo una cosa, gran Tepindro:), hay hechos, historias, recuerdos que mejor que borre el tiempo de nuestra cabeza, porque sino nos volveríamos completamente locos. Un abrazo y sigue escribiendo así, me gusta la línea que le das al blog, así se hace más interesante.